En minga se construye Kurikancha «Plaza de la vida»

 

Sin un espacio adecuado para la comercialización de sus productos agroecológicos la imaginación de campesinxs en Ibarra desarrolla actualmente un espacio de vida.
Rosita Murillo cuenta que en la relación entre campo-ciudad se han construido iniciativas autónomas, en conjunto con organizaciones, ONG´s y demás redes externas, sin embargo los espacios no cuajan del todo.
“La Plaza de la vida Kurikancha” es un proyecto -describe Rosita- de comunes y mortales que practicamos la agroecología y la economía solidaria. Como pueblos de Otavalo, Caranqui, Cayambe, Pasto, Puruhuá y mestizas “tenemos saberes en gastronomía, inter-aprendizaje, arte y prácticas de economía solidaria” con los que fortalecerán la relación campo-ciudad.
El compromiso del espacio se sostienen en colectivo. Cada familia aporta con una mensualidad y en la minga de construcción cada jueves y sábado casi de manera permanente, comenta Rosita. Alegre cuenta que han encontrado consumidores que también han aportado para la construcción de este espacio.
Desde hace dos años tienen el terreno. Planos, aprobaciones en instancias, obligaciones, legalidad, construcción han hecho que apenas hace un mes comenzarán la construcción. “Hemos hecho el pozo, juegos para los niños y las primeras casetas. Vemos que están floreciendo las primeras siembras y la construcción avanza. “Lo más rico es el proceso de construcción colectiva” afirma Rosita Murillo “Cómo el uno aporta con el otro.” A tres meses tendremos apenas el 40% así que falta aún para la apertura. El 21 de marzo del 2018 es la fecha mas tentativa.
Por último Rosita invita a que como consumidores nos cuestionemos ¿a dónde va la plata cuando compramos en ciertos lugares? ¿A quién beneficio? ¿Cómo son los rostros de quienes producen? “Defendamos nuestra soberanía alimentaria y a los productores que nos dan de comer”.

 

Texto: Karenina Casarín con información de Rolando Cangás
Fotos: Cortesía Eduar Cano y Cangás